El fútbol sudamericano se detiene para presenciar un nuevo capítulo de la histórica rivalidad entre Argentina y Brasil. A horas del esperado enfrentamiento, Lionel Scaloni dejó en claro que, más allá de la tabla de posiciones, un clásico de esta magnitud siempre se juega con el corazón.

“Más allá de la tabla, este es un partido que nadie quiere perder. Lo vamos a jugar con la seriedad que se merece”, aseguró el técnico, quien podría sellar la clasificación de la Albiceleste al Mundial 2026 con un resultado favorable en el Monumental.

Si bien Argentina lidera cómodamente las Eliminatorias con 28 puntos, Scaloni no subestima a su rival: “Brasil es Brasil. Tiene futbolistas de primer nivel, de los mejores del mundo. Será un rival formidable, al que respetamos profundamente”.

La polémica que calienta la previa

Mientras los dirigidos por Scaloni ultiman detalles tácticos, una declaración del brasileño Raphinha encendió la chispa del clásico. En diálogo con Romario, el delantero del Barcelona lanzó un mensaje desafiante: “¿Darles una paliza? Claro que sí. Dentro y fuera del campo si hace falta. Voy a hacer un gol… Que se jodan”.

Las palabras del atacante no pasaron desapercibidas y rápidamente se viralizaron, elevando aún más la temperatura de un duelo que promete emociones fuertes. Desde el vestuario argentino evitaron responder, pero el fuego del clásico ya está encendido.

Con la memoria aún fresca de la victoria albiceleste en las pasadas eliminatorias rumbo a Qatar, Argentina buscará repetir la hazaña y, de paso, asegurar su pasaje a la próxima Copa del Mundo.