Este sábado se produjeron incidentes entre la Policía y los hinchas de Boca en el ingreso al estadio Maracaná, donde esta tarde desde las 17 el Xeneize enfrentará a Fluminense en la final de la Copa Libertadores.

El escenario del encuentro abrió sus puertas una hora antes de lo previsto por la gran cantidad de simpatizantes argentinos que aguardaban para entrar. Alrededor de las 14, se observaron los primeros inconvenientes cuando fanáticas de Boca y parte de la barra brava llegaban a la cancha y fueron reprimidos por las fuerzas policiales.

Los responsables de controlar y garantizar la seguridad lanzaron gases lacrimógenos y balazos de goma a metros del estadio, una situación que desató la furia y el enojo de miles de simpatizantes afectados por el humo de los gases y asustados por las agresiones.

Los fanáticos argentinos, entre los que había familias con niños, denunciaron una violenta represión policial que incluyó palazos, gases y balas de goma.

“No entiendo a la Policía, por qué frena ahí, ellos están causando el problema. Retienen a todos, que vayan liberando poco a poco”, dijo un hincha que viajó a Brasil para ver el partido en diálogo con el canal TN.

Más temprano, se viralizaron imágenes de otros incidentes en una estación del subte de la ciudad, donde hinchas de Fluminense atacaron a golpes a los de Boca que iban rumbo al estadio.

Los días previos al partido estuvieron marcados por un clima tenso y con disturbios. El jueves, se registraron graves incidentes en Copacabana. Los hinchas de Fluminense emboscaron a los de Boca. Según contaron los simpatizantes, la policía de Brasil reprimió a los xeneizes. Los argentinos denuncian que les robaron celulares, otras pertenencias y que se liberó la zona.