Manchester City y Fluminense definieron la final del Mundial de Clubes y no hubo equivalencias. En el estadio King Abdullah Sports City, de la ciudad de Yeda, los ingleses se impusieron 4-0 por los tantos de Julián Álvarez (2), Nino en contra y Phil Foden.
Antes del minuto de juego, Marcelo cometió un error en la salida y despejó la pelota a los pies de Nathan Aké. El central holandés trasladó hasta el borde el área y sacó un remate que dio en el palo izquierdo. El rebote le cayó a Julián que la empujó con el pecho al arco vacío y anotó el gol más rápido en toda la historia del Mundial de Clubes.
A los 27’, Rodri filtró un gran pase para dejar a Foden en soledad adentro del área. El inglés de 23 años buscó un pase cruzado pero fue desviado por el defensor de la selección brasileña, Nino, y dejó sin chances a Fábio que no pudo tapar el tiro.
A casi 20’ del final, los Cityzens volvieron a ampliar la ventaja. Después de una buena combinación entre el croata Mateo Kovačić y Julián, el argentino metió un preciso buscapié para la aparición por el segundo palo de Foden. El extremo solo tuvo que empujarla y así convertir el tercer tanto del encuentro.