River se quedó abruptamente sin el sueño de la Copa Libertadores al caer este martes por la noche por 9 a 8 en definición por tiros penales ante Internacional, en el Beira Río de Porto Alegre, luego de sucumbir por 2 a 1 frente al conjunto brasileño, al que había derrotado por el mismo marcador en la ida.
De esta manera y después de consagrarse cómodamente campeón en la Liga Profesional, River, que estaba planificando insuflarle refuerzos a su ya de por sí rico plantel al comando de Martín Demichelis, en etapa sucesoria de Marcelo Gallardo, se quedó prematuramente sin nada (hace dos semanas fue eliminado por Talleres, de Córdoba en 16avos. de Copa Argentina) y solamente con la Copa de la Liga por delante ya en el primer mes del segundo semestre del año.
El partido no ofrecía a priori más alternativas que la intención primigenia de los de Eduardo Coudet de buscar la victoria a como de lugar luego de caer 2 a 1 en el Más Monumental la semana pasada, mientras que River tenía que sacarle lustre a esa magra ventaja con dos opciones: tenencia de balón o defenderse para sacar contras lo más seguido posible.
A los 25 minutos del complemento, el Millonario se clavó la “astilla de su mismo palo” tras un córner que el ex riverplatense Gabriel Mercado, ahora devenido marcador central, transformó en la apertura del marcador con un golpe de cabeza desde el centro del área chica.
A los 33, un tiro libre ejecutado por Alan Patrick de izquierda a derecha que rozó en Enzo Díaz, el último integrante de la barrera, hizo estéril el vuelo de Armani y puso a Inter 2 a 0 a poco del final. Las ilusiones de River se complicaban.
Previamente Demichelis había hecho ingresar al paraguayo Robert Rojas, al que convenció en la semana de que siga en el club y no se vaya a Vélez o Tigre, para tratar de contener a Valencia mejor de lo que lo estaba haciendo Casco. Pareció un cambio tardío.
Pero como el fútbol tiene realidades impensadas, Rojas fue clave no para su misión específica, sino para empatar el partido sobre los 45 minutos del complemento tras otra pelota parada, en este caso un córner ejecutado por Solari que peinó “Nacho” Fernández y el paraguayo conectó cayéndose pero libre de marcas en el segundo palo.
Claro que después el defensor oriundo de Concepción iba a mutar de héroe a villano cuando marraría el último disparo de una serie “interminable” de penales que después el arquero uruguayo Sergio Rochet transformaría en triunfo por 9 a 8 de los brasileños al derrotar con su disparo desde los 11 metros a su colega Armani.
Y entonces toda la decepción se mudó al equipo de Núñez, que en 15 días se quedó en 16avos. de final de Copa Argentina y ahora en octavos de Libertadores, por lo que en el último semestre de este año el vigente campeón nacional solamente tendrá como competencia la Copa de la Liga.
En tanto que este Inter de Coudet, que hoy ganó un partido por primera vez desde que el Chacho volvió al club, se cruzará en cuartos de final con Bolívar, que en la ida había vencido por 3 a 1 a Athlético Paranaense en Bolivia y hoy cayó por 2 a 0 en Brasil (goles de Fernandinho, de penal y Vitor Roque), pero se terminó imponiendo por 5 a 4 desde los 12 pasos.
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