Parecía que iba a ser una película con final feliz, pero terminó siendo una de terror. Parecía que San Martín de Tucumán iba a sumar una nueva victoria en La Ciudadela para quedar bien cerquita de la punta de la Zona A de la Primera Nacional, pero el terror del área se hizo presente para arruinarle la fiesta. Es que Facundo Kruger se adueño de una pelota perdida a pocos metros del arco de Nicolás Carrizo y no dudó: la mandó a la red para que Temperley rescatara un puntazo como visitante y siguiera ahí nomás de Almirante Brown, el único líder del grupo.
Luego de la derrota de la fecha pasada frente a Nueva Chicago, el Santo quería dar vuelta la página y volver a la senda de la victoria. Consciente de la necesidad de ganar ante su gente, el equipo salió con determinación y lastimó a un Celeste que se sostuvo por la figura de Matías Castro. Sí, el arquero se hizo gigante en el primer tiempo y le ahogó el grito en varias oportunidades.
Igual, las emociones llegaron en el complemento, cuando el encuentro se abrió tras el penal que Lucas Angelini le cometió a Federico Bravo. ¿El resultado? Emanuel Dening lo cambió por gol y el Ciruja empezaba a acariciar los tres puntos.
Sin embargo, el Chaucha Bianco tenía su as guardado bajo la manga. Porque el entrenador mandó a la cancha a Kruger y él no desperdició la oportunidad que le dio: el delantero se metió en los sueños de los hinchas de San Martín y los hizo polvo, ya que no perdonó en una de las pocas situaciones claras que tuvo y convirtió el 1-1 para que Temperley sea uno de los escoltas de La Fragata.
Fuente Olé