El futbolista francés Paul Pogba fue suspendido por cuatro años tras dar positivo en un control antidoping en el que se le detectó la sustancia dehidroepiandrosterona (DHEA).
El control fue realizado en agosto del año pasado, tras el partido entre su equipo, la Juventus de Italia, y Udinese.
Su futuro es una total incógnita, ya que tiene 30 años y durante las últimas dos temporadas solo disputó 12 partidos por diversos problemas físicos.
“He sido informado hoy de la decisión del Tribunale Nazionale Antidoping y creo que el veredicto es incorrecto. Estoy triste, conmocionado y desconsolado porque me han quitado todo lo que he construido en mi carrera como jugador profesional”, expresó el futbolista en sus redes sociales.
Y añadió: “Cuando esté libre de restricciones legales, la historia completa quedará clara, pero nunca he tomado, a sabiendas o deliberadamente, ningún suplemento que viole las normas antidopaje”.
En esa línea, cerró: “Como atleta profesional, nunca haría nada para mejorar mi rendimiento mediante el uso de sustancias prohibidas y nunca he faltado el respeto ni he engañado a mis compañeros atletas y seguidores de ninguno de los equipos con los que he jugado o a favor o en contra. Como consecuencia de la decisión anunciada hoy recurriré ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo”.
Pogba había sido suspendido provisionalmente en septiembre por el tribunal nacional antidopaje de Italia (NADO Italia) tras dar positivo de la sustancia popularmente conocida como “la hormona de la juventud”.
Si bien el jugador no aclaró públicamente la situación, personas de su entorno sostuvieron que los metabolitos de testosterona provenían de un complemento alimenticio que le recetó un médico al que consultó en Estados Unidos.
El campeón del mundo en Rusia 2018 vistió las camisetas de Manchester United de Inglaterra y Juventus, con dos etapas en cada equipo.
Fuente Noticias Argentinas