Chino Darín se sumó a la ola de artistas con críticas para con el presidente de la Nación, Javier Milei, y sus enfrentamientos con el sector: “En Argentina, de repente, han empezado a atacar a todo el mundo de la cultura como si fuésemos unos parásitos de las arcas del Estado y le estuviéramos quitando la comida a la gente que se muere de hambre”.
Luego, describió: “Lo que ha sucedido es que ha asumido el poder, un tipo de un color político que no se había visto en Argentina en mucho tiempo, con una especie de anarcoliberalismo y populismo de derechas que no comparto”.
Así, tras los conflictos en redes con músicas como Lali Espósito o María Becerra, Darín salió a bancar a sus colegas.
A pesar de estar en desacuerdo con las políticas de Milei, Darín dice, no obstante, respetar la decisión de los argentinos de elevarlo al poder. “Yo no voté a Milei, y no juzgo su ideología, pero sí el devenir de los acontecimientos. Prometió bajar los impuestos y otras cuestiones con las que podría estar de acuerdo para un país como Argentina, con la situación de la que veníamos, y hasta ahora no ha hecho nada de lo que dijo en campaña“, concluyó en una entrevista a GQ.
En cuanto a sus próximos proyectos, Darín desembarcó en Netflix con su nueva serie, Mano de hierro, que se estrena en la plataforma el próximo 14 de marzo.
El actor argentino interpreta a un trabajador del puerto de Barcelona, un escenario que se convierte en el epicentro de intrigas criminales.
Sobre su trabajo, dijo: “La verdad es que no tengo la menor idea de lo que pasó. A través de mi representante me llegó algún capítulo o especie de dossier con la propuesta de reunirme con el director. Ahí me enteré de qué iba la cosa en cuanto a temática, a la gente involucrada, compañeros actores y actrices, y me llevé más capítulos para leer con la idea de que querían que yo hiciera el personaje. Me lo ofrecieron. No hice prueba ni casting en este caso”.
Además de los actores que iban a conformar el proyecto, a Darín le atrajo “el nivel de ambición en cuanto a acción”.
“No es normal en español leer guiones donde todo vuela por los aires, hay escenas de persecuciones o tiros o torturas, y para mí era un desafío porque nunca había hecho algo así”, explica.