En una entrevista con Access Hollywood en 2008, Will Smith compartió su experiencia trabajando con Abby, el verdadero nombre de Sam. “Amo a ese perro”, admitió. Además contó que habló con su entrenador sobre la posibilidad de adoptarla: “Le estaba rogando. Yo estaba como: ‘Por favor, déjame tener a Abbey. Por favor, por favor, déjame tenerla”. Pero no logró convencer al dueño.
“Pero ya sabes, ella tiene su propia familia ahora, así que fue solo otro de esos fugaces romances de Hollywood. Una de esas cosas que simplemente suceden y ya sabes, lo que sucede en Las Vegas, se queda en Las Vegas”, agregó.
Will Smith también confesó que antes de Abby había decidido alejarse de los perros, debido a un evento traumático de su infancia: su mascota fue atropellada y él fue testigo de su fallecimiento.