Desde este miércoles, el ejército de Israel y el grupo Hezbollah, que opera en el sur del Líbano, han pactado un cese de hostilidades tras 14 meses de enfrentamientos, en el marco de un acuerdo impulsado por la mediación de Estados Unidos y Francia. Este conflicto se originó en octubre de 2023, cuando Hezbollah inició ataques en solidaridad con los atentados de Hamas en Israel.

El acuerdo, con una duración inicial de 60 días, prevé la retirada del ejército israelí del sur del Líbano, donde el ejército libanés asumirá el control. Además, las fuerzas de la ONU (UNIFIL) supervisarán la desmovilización de hezbollah en la región del río Litani.

Impacto humanitario

El conflicto ha dejado un saldo de 3.800 muertes y 15.000 heridos, además de una grave crisis humanitaria, con miles de familias desplazadas tanto en el sur del Líbano como en el norte de Israel.

Posiciones internacionales y locales

En el ámbito global, el cese de hostilidades es visto como un logro diplomático de la administración de Joe Biden, aunque se anticipa que el próximo gobierno de Donald Trump podría adoptar posturas más alineadas con Israel y duras contra Irán. En Argentina, la política exterior bajo el gobierno de Javier Milei mantiene un fuerte apoyo a Israel, condenando a hezbollah.