Jair Bolsonaro recibió el sábado a la noche al presidente argentino Javier Milei en el lobby del hotel de la ciudad balnearia de Camboriú donde se está llevando a cabo la reunión de la Conferencia de Política de Acción Conservadora (CPAC), una organización de derecha en la que participan líderes políticos de toda América, entre ellos el estadounidense Donald Trump. Luego, el mandatario argentino y el dirigente brasileño vieron juntos el partido de Copa América donde la selección del país vecino quedó eliminada.

 

 

 

Bolsonaro afirmó este sábado que no retrocederá en su carrera política pese a todos los procesos judiciales que enfrenta, en un evento ante miles de correligionarios y simpatizantes que dejaron claro que no aceptan otro candidato para las presidenciales de 2026.

“A pesar de la Policía Federal haber ido tres veces a mi casa y a que aún enfrento unos 300 y pocos procesos, vale la pena seguir. No vamos a retroceder“, afirmó el líder ultraderechista en su intervención en la quinta edición de la conferencia.

El capitán de la reserva del Ejército hizo el comentario dos días después de que la Policía Federal le formulara cargos por asociación para delinquir, peculado y lavado de dinero en un caso en que lo investiga por el intento de apropiación de unas valiosas joyas que países árabes le obsequiaron a la Presidencia brasileña.

Bolsonaro también ya fue imputado en un proceso por falsificación del certificado de vacunación contra covid y es acusado en otras investigaciones, entre las cuales una en la que se le señala como inductor de los ataques antidemocráticos del 8 de enero de 2023, cuando miles de sus seguidores intentaron forzar un golpe de Estado contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

 

El líder ultraderechista ya fue condenado en dos procesos de la Justicia electoral, que lo inhabilitó políticamente por ocho años, lo que por ahora le impide disputar las presidenciales de 2026.

En su pronunciamiento de este sábado en la cita en la ciudad brasileña de Balneario Camboriú que reúne a líderes de la derecha latinoamericana, entre los cuales el presidente Javier Milei, que clausura el evento el domingo, Bolsonaro cuestionó los procesos en los que ya fue condenado.

“Fui condenado por reunirme con diplomáticos (ante los que puso en duda la fiabilidad del sistema electoral brasileño) mientras que otros se reunieron con delincuentes”, afirmó en una aparente referencia a Lula.

Afirmó que, tras haber viajado a Estados Unidos antes de transmitirle el poder a Lula, regresó a Brasil poco después pese a que sabía que enfrentaría numerosos procesos y riesgos, y a las acusaciones en su contra.

Bolsonaro destacó los éxitos que la derecha viene cosechando en todo el mundo y citó las victorias en las elecciones al Parlamento Europeo, la de Milei en Argentina, la de Meloni en el Gobierno de Italia y, “si Dios quiere, la de (Donald) Trump en noviembre“.