Cada 8 de junio se conmemora el Día Mundial de los Océanos. La fecha fue instaurada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el objetivo de recordar, informar y concientizar sobre la importancia del papel que tienen los ecosistemas marinos en la vida cotidiana.

Los océanos, también llamados como “los pulmones de la Tierra“, representan una fuente primordial de oxígeno y albergan una extraordinaria diversidad de vida. Tanto así que son la casa de la mayoría de la biodiversidad terrestre.

Sin embargo, los ecosistemas marinos están bajo amenaza: entre la contaminación, el cambio climático y la sobrepesca.

La contaminación en las corrientes marinas se manifiesta con la llegada al mar de alrededor de 8 millones de toneladas de plástico al año, lo que equivale al peso de 800 Torres Eiffel, según el último estudio de National Geographic España.

No obstante, el calentamiento global es otro de los fenómenos que afecta y altera de manera a las corrientes marinas. Un reciente estudio publicado en la revista Science Advances revela que el efecto de calentamiento de la superficie del mar, provocado por el cambio climático antropogénico, acelera las corrientes oceánicas superiores en el 77% del océano global.

Estas corrientes, que son movimientos horizontales del océano con rutas concretas, son impulsadas por el viento, por las diferencias de densidad en el agua en función de la temperatura y salinidad de las regiones oceánicas, y por las mareas.