A dos semanas de que finalice la emergencia de salud pública por el coronavirus, el gobierno de Joe Biden anunció este jueves medidas destinadas a evitar que los migrantes crucen ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México, como la apertura de centros de procesamiento en Guatemala y Colombia.
El 11 de mayo, cuando finalice la emergencia de salud pública por el coronavirus, expirará una restricción fronteriza de la era covid, conocida como Título 42, lo que significa que las autoridades fronterizas ya no podrán expulsar rápidamente a ciertos migrantes.
“Esperamos que aumenten los encuentros en nuestra frontera sur, ya que los contrabandistas buscan aprovechar este cambio y ya están trabajando arduamente para difundir la desinformación de que la frontera estará abierta después de eso”, dijo el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, según informó la cadena CNN.
“Déjenme ser claro: nuestra frontera no está abierta y no lo estará después del 11 de mayo”, agregó el responsable de la seguridad interior.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) abrirá centros en Colombia y Guatemala para preseleccionar a los migrantes que podrán entrar en el país una vez que se levante la norma que permite expulsar a casi todos, ratificó una funcionaria estadounidense.
“Estableceremos centros regionales de procesamiento en Colombia y Guatemala, pero
estamos en conversaciones con otros países” de América Latina para abrir más, afirmó la funcionaria, que pidió mantener el anonimato, en una conferencia de prensa telefónica.
El fin de estos centros es el de “acelerar la preselección” para acceder a las vías legales de entrada a Estados Unidos, y estarán a cargo de “organizaciones internacionales aliadas”, que contarán con expertos que evaluarán si los migrantes pueden acceder a los programas disponibles, según dijo la funcionaria.
Los casos serán analizados y “remitidos para el reasentamiento de refugiados u otras vías legales, como el programa Parole (permiso de permanencia temporal), la reunificación familiar o vías laborales existentes”, agregó.
Estos centros también brindarán información sobre las opciones locales en América Latina y el Caribe, incluidas las “oportunidades de regularización en los países anfitriones y servicios sociales” disponibles, así como la derivación de personas al “programa de admisión de refugiados de Estados Unidos”, informó la funcionaria.
Agregó que serán “principalmente ciudadanos del hemisferio occidental y los países del Caribe”.
Si bien los criterios estadounidenses para el reasentamiento de refugiados no cambiarán, Washington espera “identificar a más personas elegibles” para poder entrar en el país, dijo.
El gobierno de Biden cuenta con la colaboración de aliados como España y Canadá, que “aceptarán referencias de los centros regionales de procesamiento” para que los migrantes puedan acceder a sus programas de refugiados, afirmó la funcionaria.
Hace meses que Estados Unidos busca soluciones a la avalancha de migrantes en su frontera con México ante el fin de la norma Título 42.
Esta regulación había sido reactivada durante el gobierno del expresidente Donald Trump para frenar la inmigración -en particular desde la frontera sur, con México- con la excusa de la pandemia y permite detener a la inmensa mayoría de los migrantes en la frontera.
En 2020, más de 2 millones de migrantes fueron impedidos de ingresar a Estados Unidos por esta normativa.
El DHS anunció también “una expansión del programa de permiso de reunificación familiar para cubrir los países del norte de América Central, Guatemala, El Salvador y Honduras, así como también Colombia”, en concordancia con la apertura de los centros, informó el funcionario.
Las autoridades estadounidenses, además, prolongarán el programa que permite a los migrantes usar la aplicación CBP One, en donde pueden agendar una hora y un lugar para presentarse en un puerto de entrada a Estados Unidos.
Se aplicará a quienes se encuentren “en el centro o norte de México”, dijo la funcionaria.