El Vaticano anunció oficialmente que el cardenal Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia y reconocido por su experiencia en resolución de conflictos, ha sido designado como el enviado especial del Papa Francisco para emprender una difícil misión: frenar la guerra en Ucrania.
El arzobispo de Bolonia ha demostrado su destreza en mediaciones internacionales, gracias a su estrecha relación con la comunidad católica San Egidio. En el pasado, desempeñó un papel fundamental en los procesos de paz de Mozambique en 1992 y en el desarme definitivo del grupo separatista vasco ETA.
El nombramiento del cardenal Zuppi refleja la determinación de la Santa Sede en promover la paz y buscar soluciones pacíficas en situaciones de conflicto en todo el mundo. Esta misión representa un nuevo desafío para el arzobispo, quien se enfrenta a la complejidad y gravedad del conflicto en Ucrania.