El papa Francisco experimentó esta tarde un episodio aislado de broncoespasmo, lo que le causó vómitos y un deterioro repentino de su estado respiratorio, según informó el Vaticano.

Fuentes de la Santa Sede señalaron que serán necesarias al menos 24 horas para evaluar las consecuencias de esta crisis, que insisten en calificar como “aislada”. Este evento refuerza la descripción de los médicos, quienes han hablado de un “cuadro complejo” al referirse a la salud del pontífice.

Tras una mañana en la que combinó fisioterapia respiratoria y oración, el papa sufrió este episodio, que requirió una broncoaspiración inmediata y la aplicación de ventilación mecánica no invasiva, logrando una respuesta favorable en el intercambio de gases. Aunque sigue necesitando asistencia para mantener sus niveles de oxígeno, no ha sido intubado y permanece consciente y cooperativo, según fuentes vaticanas.

De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU. (MedlinePlus), un broncoespasmo es una contracción involuntaria de los músculos alrededor de los bronquios, lo que reduce el flujo de aire en los pulmones y dificulta la respiración.