La participación en la segunda vuelta de las elecciones legislativas francesas de este domingo alcanzó el 26,63 % a las 12, la más alta en varias décadas, informó el Ministerio del Interior.

En la primera vuelta del domingo pasado, la participación había alcanzado el 25,90 % a la misma hora. En los comicios de 2017 la participación en la segunda vuelta fue del 18,99 %.

La elevada participación hasta ahora muestra el importante interés que los franceses otorgan a esta elección, en la que por primera vez la ultraderecha de Marine Le Pen puede quedar en primer lugar y podría hacerse con el poder.

El primer dato oficial de participación de la jornada electoral llegó después de que las noticias de numerosos puntos de todo el país apuntaban una destacada afluencia a las urnas, con total normalidad y sin incidentes.

A esta hora habían votado algunos de las caras más conocidas de la política francesa, como el primer ministro Gabriel Attal, que fue el más tempranero.

El expresidente socialista François Hollande (2012-17), lo hizo en Tulle, en el departamento de Corrèze (centro), donde es candidato tras haber vuelto a la política activa para estas elecciones.

Antes había votado Éric Ciotti, presidente del partido conservador Los Republicanos (LR), aunque enfrentado a la cúpula de la formación por su alianza personal con la ultraderecha de Marine Le Pen, votó en la ciudad de Niza, donde quedó en primer lugar en la primera vuelta para su reelección al escaño que ocupa desde 2008.

El presidente Emmanuel Macron tiene previsto hacerlo, como es habitual, acompañado de su esposa, Brigitte, en la pequeña ciudad costera de Le Touquet, donde ambos está censados.

La líder ultraderechista Marine Le Pen, cuyo partido RN es favorito para ganar estos comicios, no votará hoy porque ya fue elegida en primera vuelta en su feudo electoral de Henin-Beaumont (norte).

La votación de hoy debe elegir a 501 diputados, después de que 76 ya lograron su elección en la primera ronda al conseguir más del 50 % de los votos de su circunscripción.

El partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen es el favorito de todos los sondeos para lograr la victoria, aunque las cifras coinciden en que quedaría lejos de la mayoría absoluta de 289 escaños.

Eso puede dejar una situación de complicada gobernabilidad en Francia, sin ningún partido o coalición con mayoría y una gran dificultad para forjar alianzas debido a las fuertes profundas diferencias programáticas que les separan.