Después de 48 horas de violencia entre Israel y Hamás, ambas partes parecen no estar interesadas en una escalada de tensión, y una aparente normalidad ha regresado a la zona. Sin embargo, la incertidumbre persiste en cuanto a cuánto tiempo permanecerán en silencio las armas, después de un nuevo episodio de lanzamiento de cohetes desde Líbano y Gaza, así como bombardeos de la aviación israelí tanto en suelo libanés como en la Franja.
A pesar de las fuertes retóricas de los líderes de ambos bandos, el Ejército de Israel ha declarado que ha terminado su respuesta al ataque con 34 cohetes desde suelo libanés que se produjo el jueves, y Hamás ha dejado de lanzar proyectiles.
Afortunadamente, este intercambio de golpes no ha causado víctimas mortales, lo que contrasta con el triste suceso en Cisjordania, donde dos colonos murieron tras el tiroteo de su coche a las puertas de su asentamiento al norte de Jericó. Inmediatamente después del ataque, las fuerzas de seguridad establecieron un dispositivo para tratar de detener al agresor, quien logró darse a la fuga.
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