Los venezolanos concurrieron a las urnas y tras una larga jornada de tensión y espera por los resultados, las primeras cifras oficiales dieron ganador al mandatario actual Nicolás Maduro, que superó por 8 puntos al dirigente opositor Edmundo González Urrutia.
Los comicios finalizaron a las 18 (19 horas argentina) y recién seis horas después se dieron a conocer los números oficiales de parte del Consejo Nacional Electoral (CNE).
La oposición que lideran González Urrutia y María Corina Machado denunció irregularidades en la carga de los datos y durante las seis horas posteriores a finalizados los comicios reclamó en varias oportunidades que la administración de Maduro diera a conocer los resultados oficiales.
“Los resultados son inocultables. El país eligió un cambio de paz”, resaltó el postulante opositor en su cuenta de la red social X antes de la difusión de números. Poco después, el presidente del CNE, Elvis Amoroso, anunció pasada la 1 que el presidente Maduro se quedaba con la victoria electoral por sobre González Urrutia.
Escrutadas el 80 por ciento de los votos, el mandatario bolivariano obtuvo la reelección con el 51,20 por ciento, mientras que González Urrutia sacó el 44 por ciento.
Amoroso afirmó que se atrasó la carga de cifras porque se produjo una “agresión en contra del sistema de datos”. Detalló, además, que la tendencia era “contundente e irreversible” y aseguró que participó el 59 por ciento del padrón.
Recién después de conocidos los primeros resultados, el presidente venezolano salió a hablar en su búnker. “No podrán con la dignidad del pueblo venezolano. El sistema electoral tiene un altísimo nivel de fidelidad”, subrayó Maduro, y recordó que Venezuela nunca se metió en “asuntos de otros países”. “Pido respeto a la Constitución, a los poderes públicos y la vida soberada de Venezuela, respeto a la voluntad popular”, reclamó el dirigente chavista.
Este domingo, 28,3 millones de venezolanos estuvieron habilitados para definir al próximo presidente por el período 2025-2031. Además, compitieron otros ocho candidatos, entre ellos el diputado y pastor evangélico Javier Bertucci, y el empresario y comediante Benjamín Rausseo.
Altercados entre chavistas y opositores
Varias decenas de motorizados que se identificaron como chavistas llegaron a un centro de votación en Caracas, donde se encontraban testigos opositores y ciudadanos que esperaban el comienzo del escrutinio de las elecciones presidenciales de este domingo, lo que dio lugar a una confrontación que acabó a golpes, ante la mirada impasible de los policías, que no intervinieron para detener la pelea.
El altercado comenzó con la llegada de los pro-oficialistas, quienes insultaron a los opositores, que también respondieron a los improperios, generando así la pelea, que se saldó, además, con algunos robos, según constató EFE en la capital de Venezuela.
Entre los motorizados se encontraba el chavista Nahum Fernández, jefe de Gobierno del Distrito Capital, quien se unió a las consignas progubernamentales del grupo, lo que acaloró aún más los ánimos de los ciudadanos que estaban en el lugar, parte de los cuales huyeron por temor a una escalada de violencia.
Según explicó la ONG Provea en su cuenta de la red social X, los motorizados se presentaron en el lugar con el fin de “amedrentar a ciudadanos que esperan el escrutinio electoral” en un céntrico liceo de la capital, a escaso metros de la Fiscalía General.
En tanto, el exgobernador venezolano Andrés Velásquez denunció que algunos testigos electorales de la mayor coalición opositora, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), fueron expulsados de centros de votación a la hora del escrutinio final, al término de las presidenciales, sin que existieran razones para ello y sin que se les diera argumento alguno.
“Se está reportando una grave irregularidad en centros electorales, están indicando que no imprimirán actas para no entregarlas al testigo y además los están sacando del centro”, indicó en X el antichavista, minutos después de que la PUD llamara a sus simpatizantes a volver a los puntos de votación para presenciar el escrutinio.