Esta causa nos remonta al día 28 de abril en Tucumán, cuando los padres de una alumna de la escuela Obispo Molina acudieron a la seccional I de la Policía de Tucumán expresando que un hombre, de aproximadamente 50 años, abusó de su hija. Días después, tras las protestas frente a las puertas del establecimiento de Crisóstomo Álvarez 334, las autoridades del colegio fueron suspendidas.
La niña de 8 años habría sido abusada por el kiosquero de la institución quien en su defensa indicó que no se encontraba en el establecimiento durante el hecho. La justicia en la tarde de hoy resolvió absolver al único acusado del caso ya que presentó pruebas sobre sus dichos.
Desde la querella a cargo de un abogado de la Fundación María de los Ángeles señalaron que apelarán la sentencia. “Los niños, especialmente si son víctimas de un abuso, no pueden especificar muchas veces el día y la hora en la que ocurrió el delito”, explicó Augusto Reinoso.