En una reunión crucial que se llevó a cabo ayer, las negociaciones salariales en el sector del transporte entre la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (FATAP) no lograron avanzar, lo que llevó a la UTA a anunciar medidas de fuerza para la próxima semana. Luis García, uno de los referentes de la central empresaria, explicó los detalles del conflicto durante una entrevista en el programa VIVO AM.
García señaló que la situación no ha cambiado respecto a las reuniones paritarias anteriores, ya que las provincias, que representan a las cuatro partes involucradas, no están en condiciones de afrontar el aumento salarial exigido. “No existe otra fuente de ingreso genuina que pueda sostener ese aumento de sueldo”, afirmó, refiriéndose a la falta de aumentos en las tarifas de transporte, boletos y compensaciones tarifarias por parte de las provincias o jurisdicciones. Ante esta situación, FATAP se mantuvo firme en su postura de no poder realizar ningún ofrecimiento formal.
La UTA, por su parte, había advertido previamente que, si no se lograba un acuerdo en esta reunión, decretaría medidas de fuerza en aquellas jurisdicciones donde no se alcanzara un entendimiento. Según García, la UTA seguirá adelante con estas medidas, aunque las gestiones para evitar el paro continuarán durante el fin de semana. Sin embargo, dejó en claro que la central empresaria no está dispuesta a firmar un acuerdo que no puedan cumplir.
En cuanto a posibles soluciones, García mencionó la posibilidad de gestionar un aumento en las tarifas con el gobierno provincial y el Consejo Deliberante. No obstante, reconoció que, aunque algunos concejales han expresado informalmente su negativa a tratar un incremento tarifario en este momento, la presentación formal se realizará la próxima semana, posiblemente entre martes y miércoles.
Además, García se refirió a la propuesta de algunos concejales de volver a licitar las líneas de transporte cuyas concesiones ya están vencidas, lo que, según ellos, podría renovar el aire y resolver algunos problemas del sector. Sin embargo, García rechazó esta idea, argumentando que los problemas actuales del transporte no son responsabilidad de los empresarios, sino de las decisiones políticas que han llevado a aplicar tarifas por debajo de los costos reales, lo que ha afectado la rentabilidad del servicio.