Se realizó una nueva audiencia en el marco de la causa en la que se investiga la muerte del pequeño Benjamín, de tres años de edad, cuyos restos fueron hallados en el mes de marzo, en las inmediaciones de una laguna cercana a su vivienda familiar en la localidad de Atahona. La Unidad Fiscal Especializada en Homicidios del Centro Judicial Concepción, cuyo titular es Miguel Varela, amplió la acusación en contra de los padres del niño, Romina Vanesa Gutiérrez (30) y Jorge Luis Lucero (43).
En esta oportunamente, la fiscalia procedió a formularles cargos por las graves lesiones ejercidas a uno de los hermanitos. Se trata de un menor de un año de edad, identificado como I.G., que falleció en junio de 2018.
La auxiliar de fiscal Emilia López Delgado, explicó que por este suceso se había abierto otra investigación contra la pareja, razón por la cual ahora se imputó a ambos por los delitos de lesiones graves agravadas por el vínculo en perjuicio del menor. Según la teoría del caso, desde el 20 de junio del año 2017 (fecha de nacimiento del niño) hasta el 12 de junio de 2018 (fecha de su muerte), en la casa en la que habitaban en Simoca, de manera habitual le aplicaron malos tratos físicos causándole múltiples lesiones.
Por otra parte, la representante del MPF solicitó que la causa sea declarada como asunto complejo. “Estamos hablando de cuatro niños víctimas, dos de ellos fallecidos, lo que dificulta la recolección de pruebas para un plazo ordinario de una Investigación penal preparatoria”, argumentó López Delgado, que además pidió que se prorrogue la prisión preventiva que viene cumpliendo la madre de los niños desde el inicio del caso (al padre se le impuso dicha cautelar por seis meses).
En su resolución, el juez interviniente hizo lugar a todo lo planteado por el Ministerio Público Fiscal y en consecuencia dispuso que la mujer continúe detenida y se extiendan los plazos de la investigación.
La acusación del MPF
Hecho 1
Lucero y Gutiérrez vivieron en concubinato desde hace aproximadamente nueve años y, producto de esa relación, tuvieron cuatro hijos, siendo su domicilio desde hace tres años en el paraje La Ensenada. Durante los años de convivencia, los imputados de manera habitual proporcionaron malos tratos físicos a sus hijos, golpeándolos en distintas partes del cuerpo, utilizando hierros, botellas, machetes, látigos y también mediante golpes de puño, provocándoles lesiones.
Con respecto a Benjamín, le provocaron una fractura en costal izquierdo y en fémur izquierdo, las cuales fueron curando con el paso del tiempo sin recibir atención médica. En cuanto a sus hermanos, las secuelas de estas lesiones son objetos de investigación.
Hecho 2
Encontrándose los acusados en su domicilio junto a sus tres hijos (uno falleció en 2018), un día, hasta el momento no identificado, entre julio y diciembre del año 2023, estaban arreglando el techo de la vivienda, para cuya tarea usaban a sus hijos. En esas circunstancias, Lucero se enojó con Benjamín y, con claras intenciones de provocarle la muerte, le pegó en la cabeza con un bloque de cemento que estaba utilizando para arreglar el techo, provocando que el niño se desvaneciera en el piso y falleciera.
En ese momento, Gutiérrez, a los fines de ayudar a su pareja a ocultar el cuerpo sin vida, procedió a envolverlo en un toallón, luego en dos sábanas, colocarlo envuelto en una funda de almohada y finalmente poner el cuerpo en una bolsa. Después lo entregó a Lucero para que lo llevara hacia el monte autóctono que se ubica al fondo de la propiedad, a una distancia aproximada de 1,5 kilómetros al sudeste, donde el hombre lo dejó semienterrado y tapado con una sábana.