El 3 de abril de 2002, Marita Verón salió de su casa en la capital de Tucumán, con la intención de asistir a una cita médica, pero nunca regresó. Su madre, Susana Trimarco, desde el principio sospechó que detrás de la desaparición de su hija se ocultaba un oscuro entramado de trata de personas. A pesar de enfrentar amenazas, intimidaciones y corrupción, Susana nunca cesó en su búsqueda incansable.
Aunque Marita nunca fue encontrada, su caso se convirtió en un símbolo de la lucha contra la trata de personas en Argentina y permitió arrojar luz sobre esta oscura realidad.
Sin embargo, el caso dió un nuevo giro con la revelación de una carpeta que contiene imágenes del cuerpo sin vida de Maria de los Ángeles Verón. En los últimos días dos sindicalistas fueron procesados bajo cargos de encubrimiento en relación con esta evidencia crucial. Carlos Garmendia, abogado de Susana Trimarco, destacó la importancia de esta sentencia, ya que indica que los elementos de prueba recopilados por el fiscal son considerados como semiplena prueba por parte del juez.
Los dos acusados enfrentan cargos de encubrimiento agravado, que conlleva una pena de hasta 12 años de prisión. Se espera que apelen la decisión.
Carlos Garmendia también señaló la posibilidad de que más personas estuvieran al tanto de la existencia de esta carpeta con imágenes, lo que sugiere que este caso aún podría deparar nuevas revelaciones en el futuro.