Este martes a partir de las 9.30 de la mañana, se realizarán las jornadas del 16° Juicio de Lesa Humanidad en Tucumán. El Tribunal Oral Federal de nuestra provincia dará inicio al primer juicio contra Santo González, exguardiacárcel del Penal de Villa Urquiza, acusado de la sustracción de Mario Navarro, un bebé nacido en cautiverio en 1976. El caso, que forma parte de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar, busca esclarecer los hechos que rodearon la apropiación y entrega ilegal del menor.

Mario Navarro es hijo de Sara, una joven secuestrada en 1975 y detenida en un centro clandestino dentro del penal. Allí fue víctima de torturas y abusos que derivaron en su embarazo. Después del parto, su hijo le fue arrebatado y entregado a una pareja en Santa Fe, donde creció bajo una identidad falsa.

En 2005, los responsables de su crianza rompieron el silencio, permitiendo que Mario inicie la búsqueda de su verdad. Diez años después, en 2015, se confirmó su verdadera identidad gracias al trabajo de Abuelas de Plaza de Mayo, convirtiéndose en el nieto 119 recuperado. Este juicio representa un paso crucial hacia la reparación histórica y la búsqueda de justicia.

“Para nosotros esto es una novedad, a pesar de que ya llevamos muchos juicios por delitos de lesa humanidad. Esta vez se trata del primer juicio por la apropiación de un menor”, dijo Mariano García Zavalía, secretario del Tribunal Oral Federal, al inicio de la jornada.

Durante la jornada, tras la lectura de las acusaciones presentadas por el Ministerio Público Fiscal y la querella, representada por Abuelas de Plaza de Mayo, se escucharan los testimonios de la madre biológica, el hijo recuperado y su esposa. “Esto representa un avance en la búsqueda de justicia, sobre todo porque evidencia la coordinación entre personal estatal y civiles en la apropiación de menores”, comentó Zavalía.

“Hoy escucharemos a tres testigos, y mañana se completará el total de nueve”, adelantó el secretario. De cumplirse el cronograma, el próximo 17 de diciembre se presentarán los alegatos finales y se dictará el veredicto. El juicio, cargado de emotividad y simbolismo, es un hito en la búsqueda de verdad, memoria y justicia en Tucumán, dando voz a las víctimas de una de las épocas más oscuras de la historia argentina.