El acontecimiento tuvo su origen el 12 de agosto de 2014, cuando los estudiantes de un colegio secundario partieron desde Monteros hacia San Carlos de Bariloche para su viaje de egresados.
En un momento determinado, la joven se recostó en los asientos traseros del colectivo con la intención de descansar. En ese instante, tres jóvenes (dos menores y un adulto) la agredieron. El abuso tuvo lugar dentro del vehículo y se prolongó durante aproximadamente quince minutos. La adolescente, gracias a informaciones de terceros, se enteró de la naturaleza de lo sucedido una vez que llegó a la ciudad de Córdoba, lo que marcó el inicio de su angustia y dolor.
En una entrevista con El Ocho, compartió la dura experiencia que padeció. Durante el momento de los hechos, se le comunicó que lo ocurrido era algo normal, según lo narrado por la propia adolescente.
Tras su regreso del viaje, la adolescente enfrentó una intensa angustia. Comentó que no sabe si en algún momento podrá recuperar la sensación de felicidad. Además, relató que sufrió mucho acoso social, ya que al volver a la escuela, fue objeto de tratos muy desfavorables por parte de sus compañeros.