Este viernes, Tucumán amaneció sin alertas meteorológicas vigentes, luego de haber atravesado una jornada inestable marcada por la presencia de dos alertas, una naranja y otra amarilla, según lo informado por el Servicio Meteorológico Nacional. Aunque ya no se prevén precipitaciones, el pronóstico indica que el clima seguirá dinámico.
Jorge Noriega explicó que las condiciones del jueves estuvieron influenciadas por un frente frío que ingresó desde la Patagonia y provocó fuertes tormentas en su avance hacia el norte. La Cocha fue una de las primeras localidades tucumanas en sentir los efectos, con calles inundadas, mientras que Famaillá registró 56 milímetros de lluvia, posicionándose como la localidad con mayor acumulación de precipitaciones en la provincia.
En la capital, las lluvias se hicieron presentes cerca de la medianoche, precedidas por intensa actividad eléctrica en San Miguel de Tucumán y Yerba Buena. Sin embargo, para este viernes se espera un cambio radical. Noriega anticipó que el viento del sector norte comenzará a sentirse desde las 10 de la mañana, despejando el cielo y elevando paulatinamente la temperatura, con una máxima que podría oscilar entre los 27 y 29 grados.
El fin de semana también traerá temperaturas cálidas. El sábado se prevé un cielo parcialmente nublado y una máxima entre 31 y 32 grados, mientras que el domingo, Día de la Madre, podría alcanzar los 30 grados. Noriega advirtió, sin embargo, que hacia el final del domingo se espera la llegada de un nuevo pulso de inestabilidad, lo que podría desencadenar lluvias aisladas al iniciar la semana próxima.