Con la llegada del invierno, es fundamental mantener a la población informada sobre los riesgos asociados al monóxido de carbono, un gas tóxico y mortal que puede generarse en cualquier fuente de energía, incluido el gas natural. En esta oportunidad, Verónica Argañaraz, empleada de la empresa Gasnor, nos brinda información crucial sobre la prevención y los riesgos del monóxido de carbono.

El monóxido de carbono (CO) es producido por una combustión incompleta en artefactos que funcionan con gas natural. Un indicador de su correcto funcionamiento es que la llama sea de color azul. Si la llama es de otro color, es probable que el artefacto esté funcionando de manera defectuosa y liberando monóxido de carbono. Este gas es altamente tóxico y, en casos extremos, puede resultar mortal.

Para evitar accidentes y garantizar la seguridad de los hogares, Gasnor recomienda que todos los artefactos a gas natural sean revisados al menos una vez al año por un gasista certificado. En la página oficial de Gasnor, se puede encontrar una lista con los gasistas certificados disponibles en cada localidad, lo que facilita la búsqueda de profesionales capacitados y confiables.

Si en algún momento se sospecha de la presencia de monóxido de carbono en un ambiente, es fundamental actuar con rapidez. Lo primero que se debe hacer es ventilar de manera inmediata todos los espacios para disipar el gas. A continuación, es fundamental llamar al servicio de emergencia local para recibir asistencia inmediata.

La prevención y la concienciación son fundamentales para evitar situaciones peligrosas relacionadas con el monóxido de carbono. Mantener los artefactos en óptimas condiciones y contar con el apoyo de profesionales certificados son medidas esenciales para resguardar la seguridad de nuestras familias durante el invierno.