En la jornada de ayer, en la sede de UTA Tucumán, ubicada en la calle Laprida al 300, los representantes internos de las distintas empresas realizaron un análisis exhaustivo de la situación acontecida el miércoles, cuando se suspendió el servicio de transporte colectivo. En esta reunión se delinearon los pasos a seguir ante la persistente falta de cumplimiento por parte de los empresarios en relación con los pagos adeudados a los trabajadores.
Actualmente, los coches operan con normalidad, aunque la incertidumbre prevalece de cara al próximo lunes. Jorge Berreta, quien ocupa la vicepresidencia de AETAT, expresó su preocupación al respecto:
“Tenemos una deuda pendiente correspondiente a los meses de abril y mayo, además del bono de $60,000 que UTA ha venido reclamando. Actualmente, nos encontramos en una situación crítica, luchando por obtener los recursos necesarios para adquirir combustible y otros insumos esenciales. Este problema estructural nos afecta desde hace más de cinco años”.
En este contexto, subrayó: “Esta situación está afectando la calidad del servicio, generando justificadas quejas por parte de los usuarios, causando malestar entre los empleados y empujando a las empresas de transporte al borde de la quiebra técnica. Esto se debe a políticas de transporte inadecuadas por parte del Estado, y no es atribuible a los empresarios o a una gestión deficiente. No podemos seguir así, es una realidad innegable”.
En respuesta a estas declaraciones, UTA asegura que no ha recibido ningún contacto por parte de los empresarios, sin embargo, estos últimos niegan rotundamente estas afirmaciones.
“Nos hemos comunicado en repetidas ocasiones y hemos estado en constante diálogo desde que surgió esta situación. Hemos dejado en claro que no estamos en condiciones de hacer frente a ningún pago adicional, por lo que corresponderá a UTA tomar decisiones. Nos encontramos en una situación insostenible y no podemos mantener el servicio de manera regular” expresó el sector empresario.