El Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop) expresó su preocupación por la persistente pérdida de poder adquisitivo de los salarios docentes y la demora en el pago de incentivos económicos. Mario Dionisi, secretario general del gremio, dialogó desde la Secretaría de Trabajo donde se llevan a cabo audiencias para resolver estas problemáticas.

Dionisi destacó que un docente con un cargo percibe aproximadamente 600 mil pesos mensuales, mientras que la línea de pobreza ronda el millón de pesos. “El aumento de sueldo no logra cubrir la inflación”, señaló. A esta problemática se suma la falta de pago de los incentivos docentes y de conectividad, un financiamiento que dependía del Estado Nacional y que, actualmente, no llega a los docentes privados, quienes dependen del empleador.

“Lamentablemente, muchos colegios no están cumpliendo con sus obligaciones de pago, a pesar de que en algunas instituciones se ha comunicado a los padres que el aumento de la cuota se debía a un ajuste salarial para el plantel docente. Esto no ha sido así en todos los casos”, explicó Dionisi.

El secretario general también se refirió al anuncio realizado en septiembre por el gobernador, quien prometió el pago de incentivos y conectividad para los docentes privados con retroactividad a enero. Sin embargo, según Dionisi, hasta el momento, “no se ha enviado ningún fondo a las instituciones educativas”.

Ante la falta de respuesta, Sadop no descarta la posibilidad de tomar medidas de fuerza. Dionisi reiteró que el sindicato continúa en estado de alerta y movilización, exigiendo que los aumentos salariales se reflejen en los básicos y que el gobierno provincial convoque a una nueva mesa salarial para ajustar los sueldos según la inflación.