En los últimos días, la ciudad ha sido testigo de una creciente tensión entre los artesanos locales y la administración municipal. Los artesanos, que habitualmente ocupan la Calle Congreso, han manifestado su oposición a ser reubicados en la Plaza de los Congresales, adyacente a la Casa Histórica, alegando que en esta nueva ubicación las ventas serían significativamente menores.

La controversia surgió cuando los trabajadores de la artesanía denunciaron la semana pasada que funcionarios municipales les informaron que ya no podrían instalarse en la Calle Congreso. En respuesta, la Subsecretaria de Relaciones Institucionales, Carolina Oliver, explicó que el municipio ha estado trabajando en un proyecto de reubicación que incluye la puesta en valor de la Plaza de los Congresales, así como de otras áreas del Paseo Independencia. Según ella, este espacio ha sido mejorado y se considera más adecuado para concentrar a los artesanos, con el objetivo de regularizar y estandarizar las condiciones de trabajo.

A pesar de estas mejoras, la respuesta de los artesanos ha sido dividida. De los diecisiete trabajadores inicialmente involucrados, sólo uno ha aceptado trasladarse a la nueva plaza. Los demás han expresado preocupaciones sobre la visibilidad y el flujo de visitantes, sugiriendo que la nueva ubicación podría no ser tan rentable como la Calle Congreso.

Carolina subrayó que el municipio no ha impuesto una prohibición para que los artesanos se instalen en la Calle Congreso, pero enfatizó la importancia de un ordenamiento de la vía pública que beneficie tanto a los trabajadores como a los transeúntes. Además, anunció la convocatoria de una mesa de diálogo para las próximas semanas, donde se discutirán las necesidades y preocupaciones de todos los involucrados en la economía informal.

En respuesta a las preocupaciones sobre los costos de adaptación a los nuevos espacios, Carolina aseguró que el municipio está dispuesto a colaborar para que los artesanos tengan un lugar de trabajo cómodo y seguro, eliminando así cualquier barrera económica que pueda impedir su traslado.