A partir del primero de abril, los precios de los combustibles experimentarán un incremento cercano al 5% en todas las estaciones de servicio del país. Esta medida ha generado preocupación entre los empresarios estacioneros, quienes advierten sobre una posible caída significativa en las ventas en los surtidores.
El aumento en los precios se atribuye a la entrada en vigor de una nueva actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC). Según la decisión del Gobierno nacional, estos impuestos deben ajustarse mensualmente para mantenerse al día con las condiciones del mercado.