Los trabajadores se ven cada vez más afectados por la dificultad de estirar su salario durante todo el mes. Según numerosos testimonios de dueños y encargados de negocios, el sueldo no dura más de dos semanas, lo que ha llevado a que el fin de mes se adelante considerablemente.
De acuerdo con los comerciantes de distintos rubros, hasta aproximadamente el día 10 del mes los ingresos generados por las ventas permiten cubrir los gastos básicos. Sin embargo, a partir del día 15, las ventas caen significativamente, oscilando entre un 40% y un 50%, lo que refleja una disminución en el poder adquisitivo de los consumidores.
La inflación y la inestabilidad económica son factores determinantes que han llevado a los clientes a cuidar más su bolsillo. La búsqueda de ofertas y opciones de pago financiadas se ha vuelto una constante, ya que intentan hacer rendir su dinero de la mejor manera posible. Esta situación ha impactado en todos los sectores, reflejándose en una notable baja en el consumo en general.
Luis Cortés, propietario de una tienda de snacks, compartió su experiencia en medio de esta crisis económica, expresando que “esto es al día”. Para los comerciantes, este contexto representa uno de los más críticos, ya que no se vislumbran medidas a corto plazo que puedan cambiar la situación.
El panorama se torna aún más complejo con la falta de clientes y fondos, lo que hace difícil la supervivencia de los comerciantes de distintos rubros. Ante la disminución en las ventas, muchos se han visto obligados a adaptarse, ofreciendo alimentos fraccionados o incluso brindando opciones de crédito a los consumidores para intentar mantener sus negocios a flote.