En la sesión del día de hoy en el Concejo Deliberante, la mayoría de los ediles aprobaron un nuevo aumento del 37% en el precio del boleto de colectivos urbanos. Esto significa que el precio de la tarifa mínima pasará de $690 a $950.
Por su parte los concejales, Carlos Arnedo, José María Canelada y Gustavo Cobos, emitieron votos en contra del proyecto de ordenanza. El nuevo valor entrará en vigencia dentro de siete o diez días, cuando sea promulgado por la intendenta Rossana Chahla.
Durante la reunión, hubo una masiva participación de usuarios de transporte público, quienes expresaron su rechazo al aumento del boleto que se debatió en el recinto. Los usuarios, según lo manifestado, no han sido escuchados en el proceso de toma de decisiones, a diferencia de los empresarios y gremios del sector que tuvieron audiencias reiteradas.
“Presentamos notas en tiempo y forma, pero nunca nos recibieron. Han escuchado a los gremios y empresarios, pero a los usuarios, que son la razón de este servicio, no”, comentó el consejero García, uno de los referentes de la protesta. García también criticó duramente a las autoridades, señalando que, pese a las promesas de participación y diálogo, la voz de los usuarios ha sido ignorada.
Los manifestantes consideraron que el aumento propuesto es injustificado, destacando que el servicio no ha mejorado.
En cuanto al impacto económico, se advirtió que el aumento no solo afectará a los usuarios de la capital, sino también a quienes viven en localidades más alejadas. “Para los que tienen que viajar desde Trancas, Aguilares o Concepción, el costo se disparará”, alertó el consejero, haciendo un llamado a la comunidad a sumarse a la protesta.
Respecto a las promesas del municipio de implementar un centro de monitoreo para el control del transporte, García expresó escepticismo: “Es una herramienta que deberían haber aplicado hace tiempo. Hasta no verlo en acción, no tenemos esperanzas. Lo importante ahora es que no aumenten el boleto”.
Análisis y controversias en el aumento del boleto
Alfredo Terán, concejal de Fuerza Republicana y miembro de la Comisión de Transporte, expuso la postura de su sector. Terán explicó que la necesidad de incrementar la tarifa surgió de un análisis exhaustivo sobre el impacto de la inflación en los costos operativos del servicio. Desde la última subida en febrero, los costos habían aumentado en un 40%, mientras que la inflación había tenido un impacto similar. El concejal argumentó que, a pesar de que la medida era impopular, se habían considerado las opciones de subsidio
Terán también abordó las críticas de los usuarios sobre la calidad del servicio. Reconoció que el servicio de transporte era deficiente y que los compromisos previos de los empresarios para mejorar la frecuencia y las condiciones no se habían cumplido completamente. No obstante, aseguró que se habían tomado medidas para regularizar el sistema y que el Departamento Ejecutivo Municipal jugaría un papel clave en el control y mejora del servicio.
El concejal destacó que, a corto plazo, se podrían mejorar las condiciones del servicio incrementando el número de unidades en circulación y reforzando la limpieza de los vehículos.