Hoy, la comunidad católica celebra el Día de San Cayetano, patrono del pan y del trabajo, en medio de una situación socioeconómica complicada y una creciente falta de empleo. El evento, organizado por el templo de la Avenida Brígido Terán y la Congregación de los Hijos de la Inmaculada Concepción, incluye una serie de actividades que culminan con una procesión a las 16 horas, bajo el lema “San Cayetano en oración, renovemos nuestra fe”.

Desde temprano, cientos de fieles se han congregado en el templo, participando en misas y otras actividades religiosas. El Padre Pepe, encargado del templo, destaca la gran afluencia de personas desde la apertura a las 6 de la mañana, señalando la importancia de esta celebración para la comunidad tucumana. La festividad comenzó con la novena y la misa de vísperas, y ha continuado con un flujo constante de devotos.

En tiempos de crisis, la devoción hacia San Cayetano se intensifica, con muchos fieles acudiendo para pedir trabajo y sustento. El Padre Pepe comenta sobre esta dualidad de la devoción: aunque muchos vienen a pedir ayuda, también hay quienes acuden a dar gracias por lo poco que tienen. Esta mezcla de necesidad y gratitud muestra la profunda conexión de la comunidad con su fe.

Las actividades del día incluyen misas a lo largo de la jornada y una procesión central, ofreciendo múltiples oportunidades para que los fieles participen.