En los últimos días, los cardiólogos intervencionistas del Colegio Argentino de Cardiólogos Intervencionistas llevaron a cabo una medida de fuerza que ha generado distintas reacciones en el sistema de salud de Tucumán. Según lo reportado, la huelga, que tuvo lugar ayer y hoy, afectó principalmente al sector privado, mientras que el sistema público no experimentó mayores alteraciones.
El Dr. Jorge Valdecantos, director del Hospital Parísia, explicó en declaraciones que el paro se originó por problemas en la cobranza de honorarios dentro del sector privado, afectando específicamente a aquellos cardiólogos que también son propietarios de equipos de hemodinamia. Estos profesionales, que en muchos casos han asumido un rol empresarial, se enfrentan a un aumento significativo en los costos de las nuevas tecnologías y los insumos, lo que ha precipitado la crisis.
Valdecantos destacó que, a nivel local, no se ha observado un impacto directo en los servicios públicos de salud. “Aquí en Tucumán, no hay ningún impacto en el sector público. De hecho, hoy están trabajando normalmente”, aseguró, señalando que las emergencias no se vieron afectadas y que el paro solo interrumpió procedimientos programados en el ámbito privado, los cuales pueden ser reprogramados sin mayores inconvenientes.
Además, el médico mencionó que, a pesar de la situación crítica en el sector privado, los insumos y recursos para las prácticas médicas en el sistema público están garantizados, gracias al apoyo reciente del Ministerio de Salud y el Gobernador. “No tenemos faltantes de nada en el hospital”, afirmó Valdecantos, despejando las preocupaciones sobre una posible escasez de insumos en el sistema público.
Por otro lado, Valdecantos subrayó que el sector privado enfrenta una situación compleja debido a la multiplicidad de actores involucrados, desde financiadores y prestadores institucionales hasta la industria farmacéutica y los profesionales de la salud. Esta complejidad ha llevado a que algunos médicos cobren un “plus” a los pacientes, lo que evidencia un desajuste en el funcionamiento del sistema.