En una temporada caracterizada por la sequía y el viento, los incendios forestales han vuelto a golpear las altas cumbres de Tafí del Valle, afectando más de 400 hectáreas. Los equipos de bomberos y brigadistas están trabajando intensamente para contener las llamas, aunque las condiciones climáticas adversas complican la tarea.
Desde el cuartel de bomberos local, el cabo Romano Pedro informó sobre las dificultades en el terreno. “Tenemos altas temperaturas y vientos que hacen imposible trabajar eficientemente. La brigada provincial está operando en la zona noroeste del incendio, pero han tenido que detenerse debido al calor extremo”, explicó. Un sobrevuelo reciente permitió estimar la extensión del daño, aunque el relevamiento completo aún está pendiente.
El origen del incendio sigue siendo incierto. “No tenemos información concreta sobre si fue intencional. Hay versiones que sugieren que pudo haberse iniciado al procesar animales que se comen al ganado, pero no podemos confirmarlo”, indicó el cabo Romano. Las ráfagas constantes de diferentes puntos cardinales complican la predicción y control del fuego.
A pesar de la gravedad de la situación, las autoridades buscan llevar tranquilidad a la población. “La topografía del lugar permite que el fuego avance lentamente, lo que nos da tiempo para marcar puntos de contención antes de que llegue a las zonas urbanas”, aseguró Romano. Mientras tanto, los esfuerzos continúan con la esperanza de que el viento disminuya y permita a los equipos de emergencia apagar los focos restantes, protegiendo así el valle y sus alrededores.