Pensaron que la presencia de cámaras de seguridad podía disuadir cualquier hecho delictivo, pero terminaron robándose directamente las cámaras. En una vivienda, este tipo de robo se ha vuelto reiterado. A un vecino le sustrajeron las cámaras en dos oportunidades y, para su sorpresa, ahora las ofrecen por redes sociales.
El afectado hizo capturas de pantalla de los anuncios y también aportó las imágenes de las cámaras, donde se muestra claramente la cara del delincuente. A pesar de esta evidencia, asegura no haber obtenido soluciones por parte de la policía. Ha tenido que concurrir a la comisaría cinco veces debido a supuestos inconvenientes con su denuncia, lo que ha generado frustración e impotencia ante la falta de respuestas efectivas de las autoridades.