Más que una Capilla ya la sienten como una cárcel. Es que los vecinos del barrio Cardenal Samoré denunciaron, por segunda vez, que varios malvivientes ingresaron a robar en la Capilla Santa Bernardita. Según comentó su monaguillo Juan Pablo, los ladrones ingresaron durante la madrugada con una cuerda por un ventiluz y se llevaron solo un ventilador.

Tantas rejas en la Capilla no permiten a los creyentes acercarse como es esperado. “Una capilla tiene que ser una capilla libre en la cual vengan muchos fieles a orar y así no se puede”, lamentó su Monaguillo.