El reciente incendio que afectó los Valles Calchaquíes ha dejado una estela de destrucción y preocupación en la comunidad. En la planta potabilizadora de SAT, se quemaron 600 metros de cañería, interrumpiendo temporalmente el suministro de agua. El gobernador Osvaldo Jaldo, junto con el ministro del Interior y el intendente de Tafí del Valle, Francisco Caliva, inspeccionaron la zona afectada y evaluaron los daños.

A pesar de los esfuerzos heroicos del personal de SAT para reparar las cañerías y restablecer el suministro de agua, la infraestructura sigue necesitando obras de reparación a largo plazo. Las autoridades provinciales se han comprometido a financiar y apoyar estas obras para garantizar que no haya interrupciones futuras en el suministro de agua. Mientras tanto, los residentes de la zona agradecen la rápida respuesta, pero reconocen que la recuperación será un proceso prolongado.

Además de los daños materiales, los incendios han tenido un impacto devastador en la vida cotidiana de los vecinos. La pérdida de pasturas esenciales para la alimentación del ganado ha dejado a muchos agricultores en una situación desesperada. “Tengo 170 animales que alimentar y la pastura se ha quemado completamente,” lamentó un vecino afectado. Las ayudas recibidas, aunque bienvenidas, no son suficientes para cubrir las necesidades inmediatas y a largo plazo de la comunidad.

El testimonio de los residentes destaca la urgencia de más apoyo y recursos. “Necesitamos vacunas para los animales afectados por las cenizas y más agua potable,” explicó otro vecino. La comunidad, agradecida por la ayuda gubernamental, espera una respuesta continua y sostenida para superar esta crisis. Los esfuerzos de recuperación serán cruciales para restaurar la normalidad en los Valles Calchaquíes y asegurar un futuro más seguro y estable para sus habitantes.