En un intento por salvar la Ley Ómnibus, el oficialismo espera un gesto de apoyo de la Rosada hacia la oposición amigable. Sin embargo, el bloque de La Libertad Avanza en la Cámara de Diputados se encuentra en una posición delicada, sin capacidad para influir en las negociaciones y a la espera de que el Gobierno decida hasta qué punto está dispuesto a aceptar las “sugerencias” de los bloques de la oposición para modificar la ley.

Estas “sugerencias”, que en realidad son condiciones impuestas por los bloques de la UCR, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal, son necesarias para que estos grupos den su aprobación al dictamen de mayoría.

Si el Gobierno no incorpora estos cambios en la nueva versión del proyecto de “Ley de Bases” que está reescribiendo, estos bloques han decidido presentar un dictamen alternativo que podría bloquear el paso del proyecto oficialista en el recinto.

“La oposición hizo una serie de sugerencias, el Gobierno tomó nota y ahora se está redactando de nuevo el proyecto, viendo qué cambios se incorporan a pedido de la oposición y cuáles no”, explicaron fuentes cercanas a la presidencia de la Cámara baja.

El miércoles, pasadas las 19, Martín Menem recibió en su despacho a Santiago Caputo, un colaborador cercano al presidente Javier Milei. Según la agencia NA, la reunión se centró en la posibilidad de introducir cambios solicitados por los bloques opositores, como por ejemplo en la cuestión de las retenciones y la movilidad jubilatoria.

“Se habló de posibles mejoras. Si fuera por nosotros, iríamos al recinto mañana, pero seguimos dialogando. Queremos ir a fondo”, señalaron fuentes que estuvieron presentes en la reunión.

Desde el lunes pasado, el despacho de Menem se ha convertido en un hervidero de actividad, con la constante presencia de funcionarios del Gobierno y líderes parlamentarios de los distintos bloques de la oposición amigable, es decir, todos los grupos opositores excepto Unión por la Patria y el Frente de Izquierda.