Los incendios en los cerros de la región están prácticamente controlados, aunque aún persiste un pequeño foco a más de 4.000 metros de altitud. Las autoridades locales y Defensa Civil han intensificado la vigilancia con un avión vigía para asegurar la extinción total del fuego. La reciente nevina y el descenso de temperatura han facilitado el control de las llamas en las áreas afectadas, pero las condiciones climáticas siguen siendo un desafío importante.
Las comunidades de Raco y Anca Juli, que sufrieron severos daños, están recibiendo asistencia inmediata. El Gobernador y su equipo han visitado personalmente las zonas afectadas para coordinar esfuerzos de recuperación y evaluación de daños. Se ha iniciado la entrega de ayudas, incluyendo forraje para los animales, una de las principales víctimas del incendio.
El personal de Defensa Civil, bomberos locales y brigadistas han trabajado sin descanso para controlar los incendios y minimizar el impacto en las áreas residenciales. Las condiciones difíciles y la altitud de algunos focos han complicado las tareas, pero las medidas preventivas están en marcha para proteger a la población y sus recursos.
A medida que se avanza en la recuperación, los relevamientos continúan para evaluar el daño a las viviendas y comunidades cercanas. La asistencia seguirá fluyendo para apoyar a los residentes afectados y restaurar las áreas devastadas por el fuego, mientras se mantiene una vigilancia constante para evitar nuevas complicaciones.