En su visita a Tucumán, el presidente Javier Milei ofreció un discurso que dejó múltiples titulares y generó repercusiones a nivel nacional e internacional. Durante el evento organizado por la Fundación Federalismo y Libertad, el mandatario destacó los logros de su primer año de gestión, realizó un balance enfocado en la economía y delineó los pilares ideológicos de su gobierno.

“El mejor gobierno de la historia”

La frase que resonó en su alocución —”seremos el mejor gobierno de la historia de la República Argentina”— fue señalada como la más contundente por analistas y especialistas. Alex Morales, politóloga y directora de la consultora Meraki, calificó la declaración como un eje central del discurso, junto con la defensa de su estrategia comunicativa basada en redes sociales y su narrativa sobre las “tres grandes verdades”: la lucha contra las mentiras, la construcción de una identidad liberal y el enfrentamiento con sectores opositores.

Balance económico y pedidos de apoyo empresarial

Milei enfatizó los avances en materia económica, como la reducción de la inflación, el equilibrio fiscal y el superávit logrado en su primer año de gestión. Sin embargo, según Morales, el presidente también hizo un llamado explícito a empresarios e industriales presentes para involucrarse activamente en la construcción del modelo liberal que promueve. “Pidió acompañamiento, pero no necesariamente ofreció anuncios concretos para el sector”, explicó la especialista.

Hacia una batalla cultural y proyecciones 2025

El presidente también dedicó parte de su discurso a reforzar la “batalla cultural”, instando a que las ideas del liberalismo penetren en la sociedad como parte de un cambio ideológico de largo plazo. Asimismo, destacó su capacidad para superar adversidades, como la falta de estructura política, y subrayó que su administración ha logrado más avances que otras épocas históricas, como la década de los 90.

Tensiones internas y liderazgo absoluto

En el plano político, Milei elogió a gran parte de su gabinete, pero lanzó críticas a la vicepresidenta Victoria Villarruel, señalando su gestión en el Senado. Morales calificó esta dinámica como un “desacierto” que pone de manifiesto el estilo de liderazgo del mandatario, basado en decisiones centralizadas y confrontación con quienes no se alinean completamente con su visión.