El eco de los reclamos sindicales resuena en las oficinas gubernamentales de Tucumán. En un clima de expectativa y cautela, los gremios estatales volvieron a sentarse a la mesa con el Ejecutivo provincial para discutir la negociación paritaria de este año. Sobre la mesa, una serie de demandas urgentes: estabilidad laboral, mejoras salariales y la regularización de trabajadores.
Los encuentros, encabezados por el ministro de Gobierno y Justicia, Regino Amado, contaron con la presencia de representantes de ATE, UPCN, el Frente de Gremios Estatales y Municipales y la Unión de Gremios Estatales (UGE). Para el Gobierno, la prioridad es sostener el diálogo sin perder de vista la situación económica de la provincia. Para los gremios, la urgencia es clara: los salarios deben ajustarse a la realidad inflacionaria.
“Hoy fue una reunión informativa. El Gobierno expuso su situación financiera y nosotros planteamos las necesidades del sector”, explicó Jorge Flores, de ATE Tucumán. Un diagnóstico similar trazó Francisco Osorio, de UPCN, quien valoró la apertura oficial, pero insistió en la necesidad de respuestas concretas. “El planteo central es que los trabajadores tengan mejoras salariales acordes a la realidad”, subrayó.
La incertidumbre sigue presente. Alfredo Giménez y Enzo Alarcón, del Frente de Gremios Estatales y Municipales, coincidieron en que las próximas reuniones serán clave. Andrés Jaime, de la Unión de Gremios Estatales, se mostró cauto, pero optimista: “El Gobierno ha mostrado predisposición. Confiamos en que se avance en propuestas concretas”.
Desde la Casa de Gobierno insisten en la importancia de sostener un diálogo constructivo dentro de las posibilidades económicas de la provincia. Mientras tanto, la negociación sigue abierta y los trabajadores esperan que las promesas se traduzcan en mejoras reales.