La industria de la construcción en el Noroeste Argentino (NOA) atraviesa una crisis profunda, con una caída significativa del empleo que recuerda los peores momentos vividos durante 2001 y 2002. Según afirmó el ingeniero Garber, presidente de la Cámara Tucumana de la Construcción, en una reciente entrevista, la región enfrenta un escenario preocupante, con casi 30 mil empleos perdidos en el último año.
El ingeniero Garber atribuyó la crisis a la paralización de la obra pública, que ha impactado negativamente en la obra privada, arrastrando a la baja a todo el sector. “Hoy la situación está a la espera, tenemos expectativas en función de algunas intenciones que tiene el gobernador de retomar el PROCREAR II”, señaló Garber, destacando que las obras de viviendas podrían generar entre 5.000 y 6.000 empleos directos, y un número similar en actividades relacionadas, como carpinterías y corralones.
En cuanto al estado actual de las obras en marcha, Garber informó que las pocas obras en ejecución son financiadas con fondos provinciales, parte de un convenio entre Nación y Provincia. Sin embargo, el volumen de obras es significativamente menor al esperado, debido a la falta de cumplimiento total del acuerdo que contempla 120 mil millones de pesos en fondos nacionales. “Hoy la provincia viene aportando su 25%, pero hace falta que se cumpla la otra parte”, subrayó.
A pesar de las dificultades, Garber expresó algunas expectativas para el futuro cercano, mencionando que las obras de vialidad, obras hídricas y de saneamiento, así como la reactivación de algunas escuelas, podrían marcar un punto de inflexión a principios del próximo año. Sin embargo, advirtió que el proceso no será rápido, ya que la reactivación de estas obras está sujeta a procedimientos burocráticos y la intervención de varias reparticiones del Estado.