La receta ancestral, creada por chamanes guaraníes, era un brebaje de licores con algarroba y hojas de ruda para combatir los males del invierno. El ritual ha perdurado con ajustes en los ingredientes, y en esa fecha, los fieles consumen caña con ruda para buscar protección y fortuna.
Además de su uso en ceremonias, la ruda también se emplea en la salud, acelerando la cicatrización de heridas y siendo consumida en infusiones y otros platos saludables.
Desde el Ministerio de Salud recomiendan que embarazadas y niños no ingieran té de ruda
La subdirectora de la Dirección de Programas Integrados de Salud, doctora Noelia Bottone, explicó:
“Generalmente al té de ruda se lo toma por una creencia popular. Es una de las plantas folclóricas que se suele tomar el 1 de agosto, asociado también a la Fiesta de la Pachamama. La gente tiene la idea de que el té de ruda tiene un efecto protector que actúa sobre el sistema inmune para evitar principalmente los resfríos. Ante esto, deben saber que siempre y cuando se tome una taza de té de ruda, no pasa nada. Pero debemos dejar en claro quiénes no deben consumir esta infusión”.
En primer lugar, está contraindicado para los niños. Si lo consumen puede generar malestar estomacal, vómitos, distención abdominal, contracciones en el intestino. Entonces los chicos pueden llegar a ser internados por algún tipo de deshidratación.
Tampoco lo deberían consumir las embarazadas porque produce un aumento de las contracciones uterinas. Está totalmente desaconsejado, sostiene la referente, así como también en todas las personas adultas con problemas renales o hepáticos.
“La gente piensa que tiene un efecto protector en el sistema inmune, pero hoy no hay ninguna evidencia científica que avale esto. Por ello, llamamos a la población a consumirlo sólo si no se encuentran dentro de estos grupos”, completó.