No fue sólo una salida política. La decisión del ex aliado alfarista Raúl Albarracín de romper con Juntos por el Cambio (JxC) para lanzar su candidatura a intendente de Concepción también tuvo repercusiones institucionales en la Legislatura.

El miércoles pasado, minutos antes de dar el portazo, Albarracín comenzó los trámites para abandonar la presidencia del bloque del Partido por la Justicia Social (PJS), el espacio liderado por Germán Alfaro dentro de JxC.

Mediante una nota dirigida al secretario de la Cámara provincial, Claudio Pérez, el dirigente de la “Perla del Sur” inició los trámites para constituir una bancada unipersonal, denominada “Restauración Social”.

Precisamente, este es el nombre del partido por el cual Albarracín buscará llegar al Ejecutivo municipal de esa ciudad, donde competirá -entre otros- con el actual intendente, Alejandro Molinuevo, hombre cercano al diputado nacional por la UCR Roberto Sánchez.

De esta forma, en la Legislatura el alfarismo contabiliza dos representantes: Walter Berarducci, vicepresidente de la bancada del PJS, y Raúl Pellegrini.

El ex secretario de Gobierno municipal -que también suena entre los posibles postulantes a la sucesión en la sede de 9 de Julio y Lavalle- se mostró respetuoso de la decisión de Albarracín de abandonar el PJS.

“Es una pérdida significativa para el espacio, porque es un gran legislador y una gran persona. Creo que va a tener un muy buen desempeño con su candidatura en Concepción. Obviamente, cada uno está en el lugar donde más cómodo se siente”, expresó Berarducci.

Tras la ruptura, Alfaro remarcó que Albarracín “tendrá que explicarles a sus vecinos” con respecto a las razones de su salida de la alianza opositora. “Antes, él pensaba que JxC era el espacio que tenía que tomar el poder en la Provincia, en la Nación, gobernar y cambiar todo esto; ahora tendrá que explicarles (a los vecinos) por qué les gusta (OsvaldoJaldo y (JuanManzur, por qué descubrió nuevas virtudes en ellos”, enfatizó el intendente.

Fuente: La Gaceta