Las condiciones meteorológicas han ejercido un impacto directo en el ámbito agrícola, generando un escenario complejo y desafiante para el sector agropecuario. Diversos factores confluyen, configurando un panorama adverso que amenaza la rentabilidad del rubro. La cosecha de soja y maíz se ve afectada por un doble embate: el retraso en los trabajos de recolección y el daño provocado por enfermedades como la chicharrita.
Según indican fuentes del sector, a esta altura del año en 2023 ya se había cosechado aproximadamente el 70% de la producción de soja y maíz. Sin embargo, en el presente ciclo, apenas se ha alcanzado el 30%. Este considerable retraso se atribuye en gran medida a las persistentes lluvias y a las condiciones climáticas desfavorables que han dificultado las labores agrícolas.
La presencia de enfermedades como la chicharrita ha agravado la situación. Estos agentes patógenos han dañado los cultivos, comprometiendo la calidad de los granos y reduciendo su rendimiento. Como consecuencia, se observa una disminución significativa en el precio de venta de los productos agrícolas, lo que impacta directamente en la rentabilidad de los productores.