En las calles General Paz y Ernesto Padilla, en Tucumán, los vecinos se encuentran indignados y frustrados por una persistente pérdida de agua que ya lleva más de seis meses sin solución. La situación se agrava con el paso del tiempo, afectando no solo el suministro de agua en los hogares, sino también generando preocupaciones de salud y seguridad.

Según relataron algunos de los vecinos, como María y Marcelo, a pesar de los repetidos reclamos realizados a la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT), la empresa encargada del servicio no ha brindado una respuesta adecuada ni ha resuelto el problema. “Han sido presentadas notas a la SAT y he ido personalmente varias veces, pero sigue igual”, comenta María, visiblemente molesta. Los habitantes del área señalan que la pérdida de agua limpia, que se observa a lo largo de la calle Ernesto Padilla, no solo disminuye el caudal de agua disponible en las casas, sino que también representa un peligro potencial de accidentes, especialmente para personas con movilidad reducida.

Marcelo, otro vecino afectado, expresó su descontento con la falta de acción de la SAT. “Vi gente de la SAT trabajar una vez, nunca más volvieron. Nosotros pagamos por el servicio, así que exigimos que nos den una solución”. Además, destacó la urgencia de resolver el problema antes de que las altas temperaturas incrementen el riesgo de proliferación del mosquito transmisor del dengue, un problema de salud pública recurrente en la región.

La situación se complica aún más durante los días de lluvia, cuando la acumulación de agua hace que sea casi imposible transitar por las calles. Esta situación afecta no solo a los residentes, sino también a las escuelas del área, donde tanto docentes como alumnos enfrentan dificultades para llegar de manera segura. Una vecina y trabajadora de una de las escuelas locales subrayó el impacto de la falta de presión de agua en los establecimientos educativos, especialmente durante la época de verano.