El doctor Mario Vega, en la semana de la lactancia materna destacó su importancia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estado promoviendo activamente esta práctica y se ha fijado el objetivo de aumentar la tasa de lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses hasta alcanzar al menos el 50% para el año 2025.
Uno de los mayores desafíos que enfrenta esta iniciativa es la conciliación entre la lactancia y el trabajo. Actualmente, alrededor de 500 millones de mujeres en todo el mundo carecen de legislación que apoye la lactancia materna en el ámbito laboral. Solo el 20% de los países a nivel mundial estimulan a los empleadores a brindar espacios adecuados para la lactancia en el trabajo.
La falta de lugares y tiempos destinados a la lactancia en el trabajo dificulta que las madres puedan continuar amamantando a sus hijos mientras desempeñan sus labores. Más de la mitad de los niños de 6 meses no tienen lactancia exclusiva debido a estas barreras. La OMS defiende los derechos de la maternidad y promueve tanto la lactancia materna como la licencia maternal, con un mínimo de 18 semanas.
En este contexto, las asociaciones y organismos están trabajando para proyectar soluciones que permitan que todas las trabajadoras puedan llevar a cabo la lactancia sin poner en riesgo su empleo. En Argentina, por ejemplo, la Ley 20744 de Contrato de Trabajo establece que toda trabajadora madre lactante puede disponer de dos descansos de media hora durante su jornada laboral para amamantar a su hijo.
Los beneficios de la lactancia materna para el bebé son innegables, ya que proporciona una nutrición completa, fortalece su sistema inmunológico, favorece la digestión, reduce el riesgo de alergias, promueve el desarrollo cognitivo y fomenta un vínculo emocional fuerte con la madre. Para la madre, también existen ventajas significativas, como una recuperación postparto más rápida, una reducción del riesgo de enfermedades, pérdida de peso y estrechamiento del vínculo con el bebé, además de ser una opción económica y sostenible.
A pesar de los innumerables beneficios, persisten algunos mitos en torno a la lactancia materna, como la creencia de que la leche materna no es suficiente para alimentar al bebé o que se deben preparar los pezones durante el embarazo. Otro mito común es que las madres que amamantan no pueden quedar embarazadas, lo cual no es cierto y se debe considerar la anticoncepción adecuada.