El hecho ocurrió en horas de la mañana de este miércoles, cuando el dueño de una pensión dio aviso a la Policía de que un hombre se encontraba sin vida en el interior de una habitación. Personal policial pudo constatar que la victima es de apellido Álvarez y tiene 63 años de edad.

El hombre trabajaba de mozo en un reconocido bar de la zona y según testigos, fue visto por última vez durante el fin de semana. La Policía no encontró rastros de violencia en la habitación por que le se infirmó  a la Unidad Fiscal de Decisión Temprana, Archivo, Desestimación y Salidas Alternas del Centro Judicial de Monteros, a la espera que Medicina Legal cumpla sus funciones.