El espíritu solidario vuelve a manifestarse, esta vez en forma de una taza de café caliente. Inspirados por el frío y el deseo de ayudar a los demás, una iniciativa conocida como “Café Pendiente” resurge en la provincia de Tucumán, reviviendo una hermosa tradición de generosidad y apoyo comunitario.
Una empresaria local ha decidido liderar esta movida solidaria, replicando la exitosa experiencia que tuvo lugar años atrás. En su panadería, se ha establecido un gesto sencillo pero poderoso: cualquier persona tiene la oportunidad de dejar pagada una ficha de café. Esta ficha será posteriormente entregada a alguien en situación de vulnerabilidad, brindándole un reconfortante momento de calidez en medio de sus dificultades. Pero la generosidad no se detiene aquí: la empresaria se compromete a complementar esta taza de café con tortillas, asegurando así que aquellos que lo necesitan también reciban un desayuno completo y nutritivo.