Los vecinos del barrio Ex Ingenio Amalia prueban abrir los caños a toda hora, esperando un poco de agua. Desde hace por los menos tres meses no tienen suministro y cuando tienen no está en condiciones para ser consumido.
Para poder tomar, higienizarse o lavar la casa deben caminar cuadras en busca de algún vecino o familiar que pueda facilitarles unos baldes con agua.
Los vecinos afirman que el agua sale sucia y con un olor nauseabundo. La situación se torna desesperante, sobre todo para aquellos vecinos ancianos, niños y personas con discapacidades. Los vecinos admiten que desde la SAT ya no los atienden y los bidones de agua que deben comprar se llevan todo el presupuesto diario del hogar.